Ahorrar dinero durante la etapa universitaria no solo alivia la presión financiera inmediata, sino que también forja hábitos financieros saludables desde temprano que acompañarán al estudiante a lo largo de toda su vida.
La importancia de ahorrar como estudiante
Iniciar el hábito de ahorrar en la universidad contribuye a construir una base sólida para el futuro. Aunque parezca difícil combinar estudio y finanzas, incluso una cantidad pequeña guardada mes a mes puede tener un impacto significativo a largo plazo. Además, al aprender a manejar los recursos propios, se gana seguridad y se reduce el estrés relacionado con gastos imprevistos.
Los beneficios de ahorrar de forma constante incluyen:
- Mayor autonomía y confianza para tomar decisiones.
- Capacidad de afrontar emergencias sin endeudarse.
- Mejor rendimiento académico al reducir preocupaciones externas.
Entendiendo tus gastos y creando un presupuesto
El primer paso para controlar el dinero es saber exactamente en qué se gasta. Existen aplicaciones móviles y herramientas digitales que permiten categorizar cada compra y visualizar patrones de consumo. Con esa información, se elabora un presupuesto realista que priorice necesidades y limite gastos superfluos.
Según un reporte de la UAEM Temascaltepec, el gasto promedio mensual de un estudiante universitario en México es de $8,607.76 MXN, aunque varía según la región y el estilo de vida. Por ejemplo, en Valle de Bravo puede alcanzar los $15,206.77 MXN al mes.
Con un desglose así, resulta más sencillo aplicar una planificación y control de gastos mensuales ajustando partidas como entretenimiento o compras impulsivas.
Técnicas y consejos prácticos para ahorrar
A partir del presupuesto, se pueden implementar diversas estrategias que maximicen el ahorro en categorías clave:
- libros de texto usados o digitales: adquirir ediciones de segunda mano o ebooks reduce el costo de materiales en más de un 30%.
- Cocinar en casa y llevar lonchera: ahorrar hasta $200 USD al mes comparado con comer fuera o con planes de comida del campus.
- Vivir con la familia o en departamentos compartidos: podría suponer un ahorro de hasta $44,000 USD en cuatro años de carrera.
- Utilizar descuentos y pases estudiantiles: desde transporte hasta suscripciones digitales y tiendas de tecnología.
- Identificar y eliminar el “gasto hormiga”: cafés, snacks o aplicaciones de delivery que suman una parte considerable del presupuesto.
Cada técnica se adapta a circunstancias y personalidades distintas, por lo que es recomendable probar varias opciones y quedarte con las más efectivas.
Fuentes de ingresos adicionales y metas de ahorro
Complementar el ahorro con ingresos extra es una forma inteligente de equilibrar finanzas:
- Trabajos de medio tiempo en bibliotecas, cafeterías o centros administrativos.
- Freelancing en áreas como redacción, diseño gráfico, tutorías o programación.
- Venta de artículos de segunda mano, manualidades o servicios personalizados (clases particulares, mantenimiento de dispositivos, etc.).
Para maximizar el potencial de ahorro, establece objetivos claros: ya sea un fondo de emergencia, un viaje, la compra de equipo tecnológico o la subscripción a un curso complementario. La clave está en definir metas concretas y revisar el progreso cada mes.
Una vez fijada una meta, intenta destinar un porcentaje fijo de tus ingresos o asignaciones mensuales al ahorro, por pequeño que sea: fuentes de ingresos adicionales y flexibles combinadas con disciplina producen grandes resultados.
Recursos y herramientas para gestionar tus finanzas
Existen diversas aplicaciones y plataformas diseñadas especialmente para estudiantes que facilitan la administración de ingresos y gastos. Entre las más recomendadas se encuentran:
- Apps de presupuesto personal: permiten categorizar gastos y generar informes automáticos.
- Plataformas de descuentos estudiantiles: concentradores de ofertas en tecnología, transporte, cultura y ocio.
- Sitios de segunda mano: para comprar y vender libros, muebles y equipo de estudio.
Además, no subestimes el valor de la asesoría financiera que puedan ofrecer las oficinas de apoyo estudiantil de tu universidad o asociaciones de alumnos.
Conclusión y próximos pasos
Ahorrar siendo estudiante requiere de organización, disciplina y creatividad. Al combinar un presupuesto realista con tácticas prácticas como la compra de libros usados, la vida compartida y la cocina casera, podrás reducir gastos sin sacrificar tu calidad de vida académica.
Recuerda que el objetivo no es privarte de todo placer, sino priorizar y equilibrar. Establece metas claras, revisa tus avances periódicamente y ajusta tus estrategias según tus necesidades. Con paciencia y constancia, este proceso no solo aliviará tu economía a corto plazo, sino que también consolidará tu seguridad financiera para el futuro.
Empieza hoy mismo: revisa tu presupuesto, identifica un área de mejora y aplica una de las técnicas mencionadas. Cada pequeño ahorro suma, y pronto notarás la diferencia en tu bienestar y en tu tranquilidad mental.
Referencias
- https://www.pnc.com/insights/es/personal-finance/save/how-to-save-money-in-college.html
- https://www.ecu.com/es/consejos-financieros-para-estudiantes-universitarios/
- https://bettermoneyhabits.bankofamerica.com/es/college/financial-prep-for-your-kids-college
- https://www.nfcc.org/es/blog/5-tricks-tips-for-saving-money-while-in-college/
- https://www.bunq.com/es-es/blog/9-money-saving-tips-every-student-should-know
- https://www.ride.org.mx/index.php/RIDE/article/download/1541/4147/
- https://conecta.tec.mx/es/noticias/nacional/sociedad/6-tips-para-comenzar-ahorrar-como-estudiante